11 de diciembre de 2023

Tienes este amor


[Cambujes]


En los ojos de la bestia
las eternidades pasan, la memoria huye.

B. Yskoh

Uno

Entre dos solsticios,
nubes en tu boca,
hierba bajo tu espalda,
orbitando la próxima luna,
tienes un aspecto frágil,
mujer caída en la llovizna
—precioso impacto—,
donde nuestra relación
preternatural comienza,
reservando tus tesoros ocultos,
los dones de tu cautela,
sí, donde, ahora —cuerpo,
mira— alrededor solo ecos
—sombras como reflejos,
reflejos como sombras—,
hasta que aciertes a
embelesarte en tu esclavitud,
este amor esta lujuria
—qué mínima cosa—
entre dos solsticios, siguiendo
las líneas de la húmeda
tierra de marzo,
absorbiendo la vida en ella —esto
por siempre empieza ahora—,
en universos de luminosidad.


Dos

Cuerpo celestial,
la ganancia es esta, ven a
pulsar mi sagrada desnudez desgarradora,
la revelación de la lujuria
y el amor, la celestial ganancia.


Tres

La luz mitiga las secuelas de la existencia
pero nuestra simple elección puede
interconectar partículas de materia
—dentro de la finitud del cuerpo—
con un fino concepto de lo sublime
más allá del límite del universo observable,
fulgor de distante y cercana nova
renovando significados obsoletos,
espín, diosa —pensamiento
impensable—, eres el principio
del infinito y el final de la eternidad,
proyectadas hacia el vacío
ciertas partículas,
desde las sombras de los otros que somos,
abren un sendero oscuro
a través del espacio dominado por la luz.

El último malva sobre una solitaria nube
del claro atardecer de septiembre
trae consigo un celestial miedo al vacío.

Actores que representan
roles —el auténtico amor
es otra cosa— mira bien,
no hay nada más que podamos esperar
pero quizá solo interpretemos un papel
que la ruptura ha vuelto confuso,
mira bien a los otros que somos,
el distanciamiento es
lo que el auténtico amor debe franquear,
—un dulce paraíso si puedes permitírtelo—
el auténtico amor no es otra cosa.


Cuatro

—La pequeña serpiente —mi
pequeño príncipe serpiente—
te ha hallado, donde las novas brotan,
y ahora debes yacer bajo
el poder de su mirada fatal.

—Bobadas de hombres —concluyó ella.


Cinco

Luz que no puede ser explicada
surge del mar oscurecido,
tenue azul vira a malva,
bellísimos cielos desde
cuerpo y celestial ganancia.


Seis

Este amor —tienes
y siempre empieza ahora,
infinito—, esto vemos
cuando la llovizna cesa y
las sombras fluyen,
creas el cosmos para mí,
cuántas veces más
de lo que puedo recordar,
el universo condensado
en una sola estrella
—distante y cercana nova—
para proscribir el tiempo,
mujer, en este mismo lugar
mira bien, mira mejor
el entrelazamiento que somos,
a solas en este infinito lugar,
espín a espín,
y que se ha revelado
—la luminosidad de todo un nuevo universo
en una sola estrella— ahora
tienes este amor.



Basil Yskoh, tienes este Amor


egm.2023