31 de enero de 2018

Nido en llamas


Noche de luna
azul y alta,
plena de invierno;
fulgente ansia.

Si fuera el mirlo
junto a su almohada
y la infundiera
de oscuras alas.

Noche tendida
sobre la playa;
sueño de arena,
salmo de algas:

Si el mirlo fuera
y la inundara
del denso trino
que a mí me calma.

Noche azulada
de luna en llamas:
¡Si el mirlo armara
nido en sus sábanas!

.
ēgm. 2018


30 de enero de 2018

Tres vidas en la cosa


Planté un árbol
que se fugó,

escribí un libro
que se secó

y tuve un hijo
que nadie nunca entendió.

.
ēgm. 2018

28 de enero de 2018

Olvida


a quien de ti siempre se acuerda:

recuerda
que siempre hay quien no perdona;

perdona
a quien a ti jamás te ignora,

ignora
a aquel que nunca te disculpa,

disculpa
a aquel que siempre te reprueba;

comprueba
que en el vacío nada arde,

que tarde
o pronto el hielo allá se extiende;

entiende:
nada hay más frío que el olvido.

Yo olvido
a quien se acuerda de mi vida:

Olvida.
.
ēgm. 2018

27 de enero de 2018

Descultura obrera


Lo primero que aprendes en la escuela,
después de jugar con cubos
y lápices de colores,
es que hay letras,
y que las letras forman sílabas,
la eme con la a, ma,
y las sílabas forman palabras,
ma con ma, mamá,
y las palabras forman frases,
mi mamá me mima,
y las frases forman párrafos,
y los párrafos, capítulos,
y los capítulos, libros,
libros libros y libros,
montones y montones de libracos
que tienes que estudiar
y tienes que aprender,
durante años y años,
para poder ser algo en la vida,
algo en la vida,
así que, cuando ves,
cuando puedes comprender
que no llegarás a nada en la vida,
nada en la vida,
aunque te digan
que los libros son saber,
que son buenos y útiles,
arte, belleza, poesía,
aunque escuches
que los libros son cultura,
tú, lo que piensas es:
puta mierda de libros,
no me han servido de nada en la vida,
de nada en la vida,
que les den mucho por culo a los libros,
y al saber y a la cultura,
y que le vayan dando por culo a la poesía.

.
ēgm. 2018


25 de enero de 2018

Y

y
yo soy mucho más indiferente
yo soy mucho más indi
yo soy mucho más
yo soy mucho
yo soy mu
yo soy
yo so
yo
y
yo
yo so
yo soy
yo soy mu
yo soy mucho
yo soy mucho más
yo soy mucho más inco
yo soy mucho más incoherente
y
.
ēgm. 2018

24 de enero de 2018

La caza de la pantera nebulosa


The hunt is on, and sprung the trap.
Sylvia Plath


Elige el día de caza.
No improvises. Prepárate.
Duerme. Descansa bien.
Revisa tus armas.
Viste la ropa adecuada
y el calzado más suave.
Ve junto al chamán.
Aplícate los ungüentos mágicos,
las pinturas sagradas.
No olvides tus amuletos.
Aguarda la hora.
Invoca a los espíritus propicios.
Y sal a la caza.

Elige la zona;
unas veces un lugar conocido,
otras, un nuevo terreno.
Muévete despacio.
Confúndete con el entorno.
Examina. Rastrea.
Localiza a la presa.
Espera paciente el momento.
Mírala. Obsérvala.
Deja que ella te mire también.
Inmóvil. Mírala.
Y, entonces, ataca.

Lanza tu arma precisa
hacia su equívoca piel moteada.
Herida, huirá.
Síguela. No pierdas su rastro.
Persíguela obstinadamente.
Fatígala.
Arroja de nuevo tu arma,
tu arma más fuerte,
contra su punto más débil.

Respira
y recupérate.
Y, suavemente,
desatatu ataque definitivo.
Rinde su resistencia.
Doblega su ánimo.
Derrótala.
Y cobra tu presa.

Lleva la mano
a tu amuleto sagrado.
Da gracias a los espíritus,
humildemente.
Luego podrás curarla
y cuidarla.
Y ufanarte de tu captura
ante la tribu.

Y si fallas,
si la fiera te esquiva,
nebulosa,
si huye en el laberinto del bosque,
vuelve a intentarlo.

Renueva tus ritos.
Ponte pinturas y ungüentos,
viste las ropas temibles
y no te olvides de tus amuletos
ni de los hondos espíritus.
Escucha al chamán.
Y sal otra vez a la caza.

Vuelve a intentarlo.
Busca tenaz otra presa.
No te lamentes
si una vez no has cazado,
o cinco, o diez;
muchas panteras recorren el bosque,
y quien más caza
es quien más veces lo intenta,
sin darse a vencer.

.
ēgm. 2018


23 de enero de 2018

Sintaxis


A esta hora el verso libre aún tiene
demasiados esclavos,
lo cual no es ninguna paradoja
—la hoja roja no se moja
ni en la primavera los nabos—,

la escritura horizontal
propende a convertirse en vertical:
bucle a bucle,
salto
a salto,

—cuando lo descubres, descubres
que alguien ya lo había descubierto—
la historia se reescribe
cada dos o tres tardes
y el pasado es un borrón ilegible

e ignorable —a esta hora—
que a nadie le interesa comprender,
aunque empero sin embargo,
pese a la inercia adquirida
—sin praxis—

por los vetustos transatlánticos
obstinados en su ruta,
los nuevos tiempos van envejeciendo
—sin brisa pero sin causa—
con progresiva determinación,

otro gin y un chupito,
la música no está mal pero
no me gusta tu gusto poético
—la solución es la disolución—,
a esta hora:

la noche es una vieja puta alcohólica
siempre con ganas de orinar
—está lloviendo ahí fuera—,
como los seres vivos
las palabras se combinan

en parejas y grupos: establecen
relaciones sintácticas, a veces
precarias, entre ellas
—roneo: tú me miras, yo te leo—,
a esta hora

la gramática es errática, pero
la letra es hache y el número es cero,
de madrugada
—parques lluviosos, ciudad empapada—
y tras las copas,

las manitas y el besuqueo
—el acopio de experiencia es banal—,
aquí estamos: mojados y borrachos,
a esta hora,
y sin taxis.
.
ēgm. 2018

22 de enero de 2018

Avenida


Sobre los coches
cruza el mojado asfalto,
trinando, el mirlo.

.
ēgm. 2018


21 de enero de 2018

Viaje al hielo


Aún le quedaba
un poco de razón,
no lo sabía,

pisadas, marcas
en el glaciar del tiempo,
no era él quien,

el cuerpo, cuarzo y sílex,
un rescoldo, la mente,
en la ceniza,

no era él, le arrojaron
bajo el silencio,
un algo de razón,

vacío, blanco helado,
con la palabra
atrofiada en sus dedos,

las huellas, marcas,
duros crampones
sobre el hielo del tiempo,

no sabía, no era,
con la cellisca
encerrada en sus ojos,

bajo el silencio,
con la memoria
aterida en las manos,

cuarzo, sílex, ceniza,
y la distancia
agrietada en su lengua.

.
ēgm. 2018


17 de enero de 2018

Madrugada


ya. Llueve.
Nada
se mueve;

cada
pisada
conmueve:

sombra
que el alma
remueve.

.
ēgm. 2018


15 de enero de 2018

El cielo disuelto


Un elfo se emborrachaba, el tequila
se transmutó en leche aguada a la sombra
de las rubias palmeras del paseo,

llovió una definición equívoca,
chavales socialmente ansiosos miran
al cenagoso cielo blanquecino,

breves pantalones y camisetas
afiladas, las lombrices de arena
se entrelazan bajo el sol licuefacto,

ponte bragas rojas con corazones
blancos y el sujetador amarillo,
ámame aunque no sepas follarme,

el gnomo le dijo al hada del bosque:
vente conmigo a la luz de los valles,
no —respondió ella—, espero al elfo,

todo relato es una tergiversación
de la realidad, toda realidad
es una refutación del relato,

sin embargo aquella noche llevabas
sujetador granate y tanga negro,
fóllame aunque tu amor sea mentira,

licúa mi universo sin estrellas,
enfréntate a lo extraño aunque vayas
tan lejos que no quieras regresar,

en las islas del bosque nunca nieva,
ni nadie es responsable de su propia
deflación, queda tan solo el contorno

de la difusa sombra que antes eras,
no te amargues con monsergas, no hay juez
ni censor que puedan prohibir la vida,

rosa, fucsia, anaranjado brillaba
el hada en un hueco del olmo seco,
allá, clara la playa en sal y dunas,

en un instante la chispa que aflora,
en un instante, se apaga, un instante
en el que el elfo, borracho, se duerme.
.
ēgm. 2018

13 de enero de 2018

Temporal


Llueve ruidosa
y progresivamente.
No se oye al mirlo.

.
ēgm. 2018


11 de enero de 2018

Playa


1. Ivnia

Luz.
Mar.
Gris.


2. Primvia

Flor.
Mar.
Cian.


3. Vernia

Sal.
Mar.
Sol.


4. Otnia

Paz.
Mar.
Beis.
.
ēgm. 2018

10 de enero de 2018

Hiperplano


No te pierdas en lo abstracto
        —me digo, sí—
ni en sus enigmas extraños;

hay mucha vida y espacios
que apreciar y que aprehender,
y ruin realidad, muchacho,

muerta en rincones cercanos
que debe ser expresada
en su dolor y su espasmo.

—No te abismes en lo abstracto
        —te digo, sí—
y en sus remotos arcanos.

—Empero también lo abstracto
es real —me dices, sí—
y debe ser develado.
.
ēgm. 2018

9 de enero de 2018

Introspección


Saberte inteligente
es lo que te ha elevado a presuntuoso
y corregido en necio.

.
ēgm. 2018


8 de enero de 2018

Atardecer


Camino hasta el extremo de la playa,
paso, sin mirarla, junto a la iglesia
—ni al cementerio—,

me siento en el viejo banco de piedra,
dejo la cámara,
me lío un cigarrillo,

fumo mirando al fugado horizonte
—atardecer—
y pienso en lo de siempre,

pensando en que no pasa nunca nada
con lo de siempre;
y pienso nada.
.
ēgm. 2018

7 de enero de 2018

Idea evanecida,


no llega el pensamiento a alcanzar forma plena,
quizá significando, o acaso subsistiendo,
apenas un contorno entrevisto en la mente,

un esbozo o un esquema indefinido, traza
fugitiva y efímera, como el color del pájaro
que, asustadizo, surge de entre los matorrales

y vuela, y no permite diferenciar su aspecto,
y veloz se refugia en cualquier otro arbusto,
y un fulgor, solo, queda.

.
ēgm. 2018


6 de enero de 2018

Oficios y artes


Actores y actrices

Nunca sabes cuándo actúan,
por lo que debes sospechar
que lo hacen cuando hablan contigo.


Albañiles o paletas

Hacen todo lo que les ordenan los arquitectos,
los aparejadores, los constructores y los propietarios,
pero a su tiempo y a su manera.


Arquitectos

Se pasan de grandilocuentes tanto como de humildes:
proyectan las más desmesuradas torres
y los más exiguos apartamentos.


Barrenderos

Si existen las papeleras no deberían
existir los barrenderos. Pero existen.


Carpinteros de rodaje

Todo debe ser falso para que parezca real, dicen,
aunque el arte no sea su objetivo en la vida.


Camareras de bar nocturno

Aves de paso, no suelen conocer el oficio
ni es necesario que lo conozcan.


Camareros de bar

Se les tiene por psicólogos, pero
acaban necesitando un psicólogo.


Chefs de cocina

Con lo que cocinan no come ni un grillo
pero a ellos les alimenta el ego
hasta producir indigestión a todo el mundo.


Cocineros de menú del día

Si fueran albañiles prepararían la masa de cemento
con la misma precisión con que componen la paella.


Conductores de autobús

Como el resto de la Humanidad,
por mirar demasiado hacia delante
ignoran lo que sucede a su alrededor.


Críticos musicales

Algunos, pocos, empiezan comprando discos
y acaban vendiéndose a las disqueras.


Dentistas

Nadie puede ver el trabajo que le están haciendo
ni conocer su calidad, pero bien que lo cobran.


Directivos de multinacional

En sus decisiones no hay nada personal, son solo negocios.


Directores de arte

Como sucede con la “inteligencia militar”,
hay una contradicción en los términos.


Directores de cine

Tienen dos máximas: “No hay dinero para eso”
y “La gente no se fija”.
Aun así las películas funcionan.


Electricistas

Siempre tienen otra chapuza que hacer en otro lugar
antes de hacer mañana la chapuza
que habían asegurado que iban a hacer ayer.


Enfermeros y enfermeras

Son el vínculo entre la vida y el más allá.
Afortunadamente lo ignoran.


Escritores y literatos

Aman su oficio, pero
odian a todo aquel que lo practica.


Escultores abstractos

Retuercen y luego enderezan piezas metálicas
a las que ponen nombres rimbombantes.
En eso consiste exactamente su arte.


Farmacéuticos

Suelen sufrir sordera, aunque solo cuando
se les pide algún producto relacionado con el sexo.


Fontaneros, plomeros y lampistas

Véase Electricistas.
Y multiplíquese por dos. O por tres.



Fotógrafos

Cuando no actúan como pintores frustrados
pueden llegar a hacer fotografía.



Generales de tierra, mar y aire

Desean que haya una guerrita de vez en cuando
para poder demostrar
su alto grado de incompetencia e ineptitud.


Informáticos

“Reinicia” es su mantra. Y si no funciona,
“desinstala y vuelve a instalar”. Y si no funciona,
“cómprate otro”.


Jardineros

Tienen el mejor oficio del mundo, pero
suelen ser funcionarios municipales.


Mecánicos

Al igual que los dentistas, nadie sabe
qué hacen, cómo, ni dónde, pero lo cobran.


Médicos

Indispensables para la vida humana,
pero a veces parece que algunos
hacían trampas en los exámenes.


Músicos de flamenco

Gente alegre y divertida.
Canta y baila, si sabes, con ellos
y déjalos ir —o vete— en cuanto puedas.


Músicos de rock

Viven en estado de excitación permanente.
No te acerques a ellos si no perteneces al gremio.


Peluqueros de caballeros

Siempre de pie, hablan demasiado y con demasiada gente.
Nadie debería trabajar en tales condiciones.


Peluqueras de señoras

Lo mismo, pero les encanta.


Periodistas (i)

Parecen creer que la realidad necesita ser reelaborada,
y que ellos tienen la misión de hacerlo.


Periodistas (ii)

Suelen decir que ellos son “de letras”
para excusarse de no entender de números;
pero de letras tampoco saben gran cosa.


Pintores abstractos

Imitan demasiado a la naturaleza
aunque se piense lo contrario.


Pintores de obra

No saben la responsabilidad que tienen
sobre la salud mental de la población.


Pintores de rodaje

La cámara no ve los detalles, les dicen,
y cambian los pinceles por la brocha gorda.


Poetas a sueldo

El que no sufre dispepsia, padece dipsomanía,
pero ninguno está maldito, aunque todos lo deseen.


Policías antinarcóticos

Ignoran, porque está mal visto decírselo,
que jamás podrán acabar
con la hidra de cien mil cabezas.


Policías locales/municipales/urbanos

Tienen diferentes nombres y distintos uniformes
pero sus cerebros parecen estar unificados.


Polític-as/-os

Se les paga para hacer una cosa: política,
pero se dedican, en el mejor de los casos,
a hacer otra: politiqueo.


Porteros de discoteca

En realidad nunca son violentos,
excepto los que son ultraviolentos.


Profesionales del sexo

Se merecen todo lo que tú puedas darles.


Profesores de enseñanza media

Cumplen la regla básica del frikismo:
ignoran que son frikis.


Profesores de universidad

Cumplen la regla básica del frikismo:
pero son menos de lo que parecen.
Y solo saben que lo saben todo.


Prostitutas callejeras

Son espurias, mendaces, falaces, falsarias y arteras.
Y además, putas.


Psicólogos

En muchos casos el oficio
es demasiado complejo para sus mentes.
Y acaban de camareros de bar.


Quiosqueros

Son los únicos que poseen toda la información,
pero se cuidan de hacer uso de ella.


Rotulistas

La informática los ha dejado obsoletos.
A no ser que alguien quiera un rótulo de verdad.


Saxofonistas

Tocan un instrumento innecesario
que puede ser substituido por cualquier otro.
Pero dan muy bien en las fotos y los vídeos.


Sindicalistas

La mayor parte son honestos, pero los hay que descubren
que algunas actividades son menos sufridas que otras.


Taxistas de ciudad

En cuanto entran en el oficio, sus colegas les enseñan
las fullerías pertinentes. Y las aprenden pronto.


Tenderos

Ya se les echa de menos,
y aún no han desaparecido del todo.


Traductores

Aunque no conozcan bien el destino, deberían
dominar el origen; pero, tantas veces, tampoco.


Videntes

Como su nombre indica, tienen mucha vista.
Aunque sus clientes, muy poca.


Vigilantes de garajes y museos

Pasan demasiado tiempo solos y en silencio
y sus miradas acaban hundidas en el suelo,
y también sus cerebros.


Zapateros

Tienen el valor de oler de cerca, para arreglarlos,
esos viejos objetos que sus dueños no se atreven ni a tocar.
.
ēgm. 2018

5 de enero de 2018

Respuesta posible a una pregunta hipotética


Puede que sí, o puede que no,
pero lo que es seguro
es que no es asunto tuyo.

.
ēgm. 2018


4 de enero de 2018

Refraneo del año


En enero
machaca el puchero,

en febrero
pandea el pandero,

y en marzo
licúa tu cuarzo;

en abril
afila el fusil,

en mayo
descarga tu rayo

y en junio
resiembra tu bunio;

en julio
sacude el peculio,

en agosto
penetra lo angosto

y en septiembre
remueve el trimembre;

en octubre
alivia la ubre,

en noviembre
haz como en diciembre

y en diciembre
haz lo que en septiembre.
.
ēgm. 2018

3 de enero de 2018

Calima



Ya oscilan
los prismas
del día;

las niñas
orinan
tequila.

Ven, gira
mi esquina
sin prisa:

las frías
putillas
me excitan.
.
ēgm. 2018

2 de enero de 2018

El amor es un cuesco


Tras la playa, agotados,
se nos hizo muy tarde
para más ironías
y no había desvíos
en los mapas astrales.

De los juegos salobres
—a la arena revierten—
aún persiste en tu boca
el sabor de sus flujos
y una llaga latiente.

El amor es un cuesco,
aunque ya lo sabías.
Has perdido el camino,
la maleza te encierra:
lo que sabes, lo olvidas.

Allá, clara la playa
de fulgores y dunas;
entre innato y crecido,
solo el miedo sostiene
al soldado en la jungla.

El amor se evapora
como niebla del alba.
Luego el sol se ensortija
y, otro día, otras nieblas
en el alba se alzan.

El amor es un cuesco;
lo sabemos, sin duda.
Y vagamos erráticos,
ignorando la herida,
subsistiendo en la jungla.
.
ēgm. 2018

1 de enero de 2018

Diana


Su tiempo se perdió
en ese mismo paseo que tantas
veces recorro descubriendo
los desiguales matices del mar,
el ritmo de las nubes,
el brumoso perfil de las azules
montañas de entre rías.

Seguro que miraba distraída
las titilantes luces de la costa
y el rojo destello del faro
mientras seguía oyendo
la ruidosa música de la fiesta
que acababa de abandonar;
allí, junto a la playa
en la que jugábamos y nadábamos
los niños, quizá allí,
frente a la vieja discoteca en ruinas
de tantos jóvenes excesos,
allí, o a unos metros,
marcada del azar,
fue donde su futuro se perdió.

Saber dónde había sido arrojado
su cadáver, después de año y medio
de ausencia, resultó
una horrible segunda muerte,
un cruel segundo vórtice de horror emocional.

.
ēgm. 2018