17 de junio de 2014

三 La escapada


Ese día fue el día,
pero lo callé ante todo el mundo.

Me compré unas gafas de sol
como las que había visto
en la carrera del día anterior.
Una escapada en plena ascensión.

Y fuego de iridio.
El Rey Bonsái ha estado cavilando.
Hay una relación ahí.

De todos modos, la piel tersa
provoca un tacto suave y excitante.
Tal vez después de una pasada rápida.

Seguía estando allí, en pie
y tan absolutamente delgada
en su pálida desnudez.
Aquel día era el día.

Volví mi atención difusa
a la vibrante carrera ciclista:
decían que la escapada
se produjo en la más dura ascensión.

Alguien llevaba unas gafas de sol.

Y tomar una decisión así
es propio de muy pocos veteranos.
Brillo de iridio.

Lo decidí durante la carrera,
y aquello también fue un gran estímulo.

Ese día
me decidí a huir de la ciudad.
Hay una relación ahí.



(Cavilaciones del Rey Bonsai, 3)

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ēgm. 2014